miércoles, 5 de noviembre de 2008

Xólotl

El perro ha sido compañero del hombre desde hace más de 30.000 años, momento en que concluyó su proceso de domesticación, el cual se inició hace unos 70.000 años, cuando el hombre y las jaurías de lobos asiáticos competían por alimento y territorio.

Luego el ser humano comenzó a experimentar con crías de lobos cautivas hasta lograr que en lugar de competir comenzaran a colaborar entre sí, llegando a formar parte de las comunidades humanas, desempeñando diversas funciones dentro de éstas.

En mesoamérica, y especialmente, dentro de la cultura Azteca, el perro fue elemento importante, no sólo como elemento integrante de las comunidades, sino también en el ámbito religioso.

Los Aztecas, como todos los pueblos primitivos, formaron su religión llena de esperanzas, temores y adoración en torno a las fuerzas de la naturaleza, las cuales no comprendían, pero cuyos efectos benéficos o destructores si recibían.

La vida del pueblo azteca giraba en torno a la religión, en la cual su dios principal y todopoderoso era TONATIUH (el sol), al cual atribuyeron todas las bondades y defectos de los humanos, pero con gran poder sobrenatural.

Entre los muchos monumentos construidos por los aztecas para venerar al Dios-Sol, el más importante fue la Piedra del Sol (Cuauhxicalli) o Calendario Azteca, el cual demuestra el grado de adelanto cultural y científico que este pueblo alcanzó en astronomía, matemáticas, medición del tiempo y es una de las mejores expresiones de arte azteca.

Las figuras grabadas en este imponente monolito representan los datos referentes a la formación del sol, el orden del sistema planetario, la creación de la tierra en sus distintas eras, la aparición de la pareja divina. En su relieve presenta ocho círculos concéntricos, en el tercero de los cuales, del centro a la periferia, se distinguen veinte espacios, que corresponden a cada uno de los veinte días del período que se puede considerar como el mes azteca.

Cada día del mes lo presidía un dios o diosa que tenía influencia en las actividades de los humanos. El día 17, era presidido por el Dios Xólotl, dios monstruo considerado doble gemelo de Quetzalcoatl, representando todo aquello que significara dualidad. En la mitología nahoa, se designó como "gemelo precioso" al planeta Venus; cuando hacía su aparición en el día se decía que era el dios Quetzalcoatl, y cuando era visible por la tarde era el dios Xólotl.

Xólotl (el animal, señor de la estrella de la tarde y del inframundo) era el dios del relámpago, los espíritus y además el ayudaba a los muertos en su viaje al Mictlan.

Xólotl era también el dios de fuego y de la mala suerte. Era gemelo de Quetzalcóatl, y la personificación maligna de Venus. Protege al Sol cuando viaja a través del inframundo durante la noche. También llevo adelante al género humano y le entregó el fuego de la sabiduría. En el arte, Xólotl fue representado como un esqueleto, un hombre con cabeza de perro - "xólotl" también puede significar perro en náhuatl, la lengua azteca - o un animal monstruoso con pies invertidos. Él era también el patrón del juego Ulama. Es identificado con Xocotl como el dios azteca del fuego.

El xoloitzcuintle es el nombre del perro sin pelo mexicano (también conocido como Perro Pelón Mexicano), especie canina endémica de México y Centroamérica. Esto es una de mucha especie de perros natal en las Américas y a menudo es confundido con el Perro peruano calvo. El nombre xoloitzcuintle (náhuatl: xólotl-itzcuintli, Perro de Xólotl, Perro monstruoso) hace la referencia a Xólotl porque, históricamente, una de las misiones de este perro debía acompañar a los muertos en su viaje en la eternidad, del mismo modo en que el dios era acompañante del viaje del Sol por el inframundo.



Entre los muchos monumentos construídos por los aztecas para venerar al Dios-Sol, el más importante fue la Piedra del Sol (Cuauhxicalli) o Calendario Azteca, el cual demuestra el grado de adelanto cultural y científico que este pueblo alcanzó en astronomía, matemáticas, medición del tiempo y es una de las mejores expresiones de arte azteca.

Las figuras grabadas en este imponente monolito representan los datos referentes a la formación del sol, el orden del sistema planetario, la creación de la tierra en sus distintas eras, la aparición de la pareja divina. En su relieve presenta ocho círculos concéntricos, en el tercero de los cuales, del centro a la periferia, se distinguen veinte espacios, que corresponden a cada uno de los veinte días del período que se puede considerar como el mes azteca.

Cada día del mes lo presidía un dios o diosa que tenía influencia en las actividades de los humanos. El día 17, era presidido por el Dios Xólotl, dios monstruo considerado doble gemelo de Quetzalcoatl, representando todo aquello que significara dualidad. En la mitología nahoa, se designó como "gemelo precioso" al planeta Venus; cuando hacía su aparición en el día se decía que era el dios Quetzalcoatl, y cuando era visible por la tarde era el dios Xólotl.


En la mitología mexicas y tolteca, Xólotl (el animal, señor de la estrella de la tarde y del inframundo) era el dios del relámpago, los espíritus y además el ayudaba a los muertos en su viaje al Mictlan.

Xólotl era también el dios de fuego y de la mala suerte. Era gemelo de Quetzalcóatl, y la personificación maligna de Venus. Protege al Sol cuando viaja a través del inframundo durante la noche. También llevo adelante al género humano y le entregó el fuego de la sabiduría. En el arte, Xólotl fue representado como un esqueleto, un hombre con cabeza de perro - "xólotl" también puede significar perro en náhuatl, la lengua azteca - o un animal monstruoso con pies invertidos. Él era también el patrón del juego Ulama. Es identificado con Xocotl como el dios azteca del fuego.

El xoloitzcuintle es el nombre del perro sin pelo mexicano (también conocido como Perro Pelón Mexicano), especie canina endémica de México y Centroamérica. Esto es una de mucha especie de perros natal en las Américas y a menudo es confundido con el Perro peruano calvo. El nombre xoloitzcuintle (náhuatl: xólotl-itzcuintli, Perro de Xólotl, Perro monstruoso )? hace la referencia a Xólotl porque, históricamente, una de las misiones de este perro debía acompañar a los muertos en su viaje en la eternidad, del mismo modo en que el dios era acompañante del viaje del Sol por el inframun
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Referencias:

MascotAmigas
Wikipedia
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AULEX - Diccionario Español - Náhuatl en línea

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